Acabo de leer el post de Mar
Vidal El corralito reloaded y, sin exagerar, me he quedado sin aliento, sin capacidad de reaccionar ante toda la información que brota de su experiencia y análisis del contexto económico actual. Hará unos tres años, en una entrevista que le hicieron en una cadena catalana, anticipaba con toda nitidez
La burbuja inmobiliaria y sus catastróficas consecuencias, la cual explicaba de una manera sencilla y comprensible para una ciudadana media, lo comenté en casa y mi hijo me dijo que tenía toda la razón, él opinaba desde el punto de vista de que tal como estaba el mercado de la vivienda, no podría comprarse un piso en la vida, (ahora tampoco porque a pesar de que los pisos han perdido valor, nadie le va a conceder un crédito) a causa de la subida artificial del precio de las viviendas, que arrastraba todo a la cima del
Everest, igual que lo hace ahora a las fosas marinas. De su análisis exhaustivo me quedo con la sensación de que la gente se recubre, nos recubrimos, con una capa de insensibilidad, hay una cierta impermeabilidad de la gente a ver la realidad, vivimos ajenos a la catástrofe que se nos viene encima, miramos hacia otro lado o hacia ningún lado, pienso, mejor así, ya que habida cuenta como somos la humanidad, nada bueno de la percepción del desastre puede salir. No sabemos actuar con solidaridad, lógica y control, solo
atropelladamente. En fin, me quedo pensando si debo sacar dinero para dos o tres meses, como aconseja, si dejar que las cosas fluyan y no preocuparme excesivamente, si de forma ingenua creo y confío en la bondad y solidaridad de la gente para afrontar el momento histórico, o en que, realmente, me he quedado sin aliento vital económico.