Me repito más que el ajo. Sorry.
Ellos elegantes, sus trajes magníficos, les sientas genial, ¿pero no deberían, como ellas, enseñar algo más, por aquello de la igualdad, en los mismos eventos?
El pensamiento de la experiencia, es decir, el partir de sí, se convierte en práctica política capaz de transformar el mundo, cuando un hombre o una mujer así lo quieren. Desde el partir de sí, sin mentiras, hipocresía, maldades ni violencia y actuando en todos los campos de la vida, es como entiendo mi ser mujer. A pesar de nuestras, mis, "mochilas" personales.
Me repito más que el ajo. Sorry.
Ellos elegantes, sus trajes magníficos, les sientas genial, ¿pero no deberían, como ellas, enseñar algo más, por aquello de la igualdad, en los mismos eventos?
Es curioso, un buen cantante sale al escenario con una camisa, camiseta de diseño, unos pantalones guay, da igual, con lo que sea y si triunfa, triunfa. Una mujer en el escenario raramente sale con un vestido, sale con su cuerpo.
En 2003, hace ahora justo 20 años, Ivy Queen, quien es considerada la pionera del reggaeton con mensaje feminista, ya cantaba desde Puerto Rico: «Yo quiero bailar, tú quieres sudar y pegarte a mí, el cuerpo rozar / Yo te digo: "Sí, tú me puedes provocar", eso no quiere decir que pa la cama voy». Un mensaje que sí le resulta «empoderador» a Leila Cobo, pues es «una situación real por la que todas las mujeres del mundo hemos pasado enrumbadas en una discoteca».Hasta que no se deje el "bonito vestido" para salir a un escenario, seguimos en el mismo sitio, por mucho que nos creamos lo contrario.
...Recuerda haber experimentado en primera persona esa reflexión, darse cuenta de que el retrato de la mujer como objeto pasivo «no es tan cool» cuando salía de rumba en Colombia y escuchaba canciones como La Groupie (2015), donde cuatro hombres (Nicky Jam, Luigi 21 Plus, Ñejo y Ñengo Flow) sueltan estrofas como: «Ella quiere sexo, yo bellaquera,/ darte como una perra,/ como una cualquiera (...)/ Ella se hace la más boba,/ mal parida, piroba». «Cuando estás bailando con tus amigas en una discoteca no piensas en que se está vulnerado tu integridad como mujer. Pero cuando llegas a casa sí puedes elegir qué vas a escuchar y a mí ya no me apetece ponerme a Luigi llamándome mal parida».
...Ese mismo debate interno tuvo la gestora cultural puertorriqueña Patricia Velázquez cuando alguien en la universidad le preguntó: «¿Cómo puedes ser feminista y escuchar reggaeton?». En el podcast para Radio Ambulante Hasta Abajo: si no puedo perrear no es mi revolución, explica que al crecer en Puerto Rico, canciones como Gata celosa, interpretada en 2002 por Héctor & Tito y Magnate & Valentino («Mi gata celosa es empresaria,/ siempre está pendiente a mi cuenta bancaria») han sido la banda sonora de su vida. Sin embargo, nunca había reflexionado sobre la representación de la mujer en las letras.
Vestidos y libertad femenina, nada que ver con el imaginario masculino, machista patriarcal, capitalista.