Ante la inercia general de la ciudadanía: 65horas semanales, desmantelamiento de la escuela pública, de la red sanitaria, deslocalización, fracaso escolar, un índice de drogadicción altísimo, corrupción política, desamparo, asesinato de mujeres, y ya como guinda del "pastel" los rectores de las universidades, como en los mejores tiempos del franquismo, se dedican a expulsar al alumnado más beligerante y reivindicativo, Ya les vale... ya no se acuerdan de que uno de los motores de la lucha contra la represión y el páramo intelectual fueron los estudiantes de la universidad. ¿Ell@s? ¡Qué vergüenza!
