Hace poco en el Club de Lecture leímos Le mort qu'il faut, Jorge Semprún. El pasaje en que narra el momento que se quedó cuidando a un moribundo judío, entre tantos moribundos judíos o no, en el campo, atroz. No se le podía morir mientras el compañero del moribundo había ido a buscar ayuda. Por judío, claro.
Después de la tremenda historia que les acompaña que se hayan convertido en algo si no parecido, casi. Sumamente triste.
Que se hayan convertido en lo mismo o peor, desesperante para la "humanidad" que debería estar presente por lo inhumano.
Greta ten cuidado, tened cuidado, no se andan con chiquitas.
Y gracias, muchas gracias por este acto en defensa de la población civil de Gaza.
Qué fácil se instala el olvido en esta sociedad de lo superficial. Afganistán.
Israel preparing to deport Gaza aid boat activists, including Greta Thunberg
The passengers from the Madleen were intercepted by Israeli forces on Monday and towed to the port of Ashdod