En 1868 comenzaron a darse una serie de cambios importantes en relación con los recursos mineros y energéticos. En ese mismo año se aprobó la Ley de Bases sobre las Minas, que simplificaba la adjudicación de concesiones y ofrecía seguridades a los concesionarios. Se trató de una evidente liberalización del sector, ya que las concesiones eran a perpetuidad a cambio del pago de un canon. Al año siguiente se aprobó otra legislación que permitía la libre creación de sociedades, entre ellas las mineras. Estaríamos hablando, en los inicios del Sexenio Democrático, de una verdadera desamortización del subsuelo, como antes se había hecho de las tierras amortizadas. Este momento coincidió con un aumento de la demanda internacional de productos mineros. España se convirtió en exportadora de materias primas: plomo (Jaén), mercurio (Ciudad Real), cobre (Huelva) y hierro (Vizcaya). Estas exportaciones constituyeron un capítulo fundamental de la balanza comercial española, pero estaban controladas por el capitalismo extranjero, fundamentalmente, británico, belga y francés.
¿Y ahora qué? ¿Y por quién? ¿Fondos, dinero buitre?
O más de lo mismo.
Que poca gracia de comentario:
Lo que hace falta conocer es la rentabilidad. Es decir, saber si va a traer cuenta a medio - largo plazo, ya que para realizar las labores de extracción hace falta un gran equipo humano y maquinaria especializada, lo que conlleva un gran gasto.
Empresas de neoliberalismo salvaje, las que se quedan con todo, ¿os necesitamos?
O pasará lo mismo con la Desamortización de las tierras de la "iglesia", todas para los de siempre. Nunca para l@s que las trabajan.
Cuando en el origen remoto, muy remoto, eran del pueblo, Roma quien las concedía, el estado vamos a cambio de fidelidad, ayuda.
En el inicio del feudalismo contra la invasión bárbara o algo parecido también a cambio de ayuda. Y si el acuerdo no se cumplía. No se debían devolver ¿al pueblo?
De los pueblos germánicos, las actuales monarquías, ¿o me lo estoy inventando?
Eso sí, los súbditos felices y encantados.
Por las ramas, por las ramas, me he ido.
...
Por último, es necesario destacar que las desamortizaciones favorecieron especialmente a una clase social: la burguesía.