Llegas al borde del agua y te encuentras con un "acantilado" para llegar a ella. Los jóvenes y los niñ@s felices, pero a más de uno, una, con cierta edad, toda una odisea llegar al agua o te sientas o te arrastras para superar el desnivel que separa el agua de la arena.
Menudo dilema, escollo.
Hoy no había pasado la máquina que limpia la arena. Nada que decir, pero, me he preguntado, ¿tan difícil le resulta al maquinista rebajar el borde y facilitar un acceso cómodo a quien lo necesita, cuando le toca pasar la máquina?
El Ayuntamiento, o el departamento encargado, no es consciente de esta situación después de mala mar y oleaje. ¿No se podría hacer que el rebaje de la orilla, en estos casos, formase parte del trabajo de la máquina/maquinista, como algo "normal", "habitual", rutinario?
¿Sería posible?
La cuerda que ayuda a mucha gente a salir del agua de momento no está. "Cuerda de vida" creo que le llaman. Parece que, esta, poco importa, ya que el año pasado, cuando un temporal se la llevó. Estuvo semanas a la deriva. La vida y la cuerda.
Si es para que cuando la pongan la sujeten bien y no se la lleve el mar peleón a la primera de cambio, agradecida.
Aunque pensando en las cabezas pensantes de la recogida de basuras, mejor lo dejo.
El ratito delicioso del baño es lo que importa.