África, el continente más expoliado de riquezas y sigue.
Su población, la que más ha sufrido y sigue.
Verdad, dura y vergonzosa verdad de la ambición, codicia, avidez, rapacidad...
El pensamiento de la experiencia, es decir, el partir de sí, se convierte en práctica política capaz de transformar el mundo, cuando un hombre o una mujer así lo quieren. Desde el partir de sí, sin mentiras, hipocresía, maldades ni violencia y actuando en todos los campos de la vida, es como entiendo mi ser mujer. A pesar de nuestras, mis, "mochilas" personales.
África, el continente más expoliado de riquezas y sigue.
Su población, la que más ha sufrido y sigue.
Verdad, dura y vergonzosa verdad de la ambición, codicia, avidez, rapacidad...
Atrapadas, con sus pequeñines, algunas, sin poder huir.
Qué situación más dramática la de las mujeres en tantas zonas de este mundo tan nuestro.
Solo nos preocupamos por obtener al más bajo coste sus recursos naturales para nuestros "vehículos eléctricos no contaminantes" y los aparatitos a los que estamos "enganchados".
Egoísta e injusto, este mundo tan nuestro.
Riqueza insultante para un@s frente a miseria extrema para otr@s.
En 1868 comenzaron a darse una serie de cambios importantes en relación con los recursos mineros y energéticos. En ese mismo año se aprobó la Ley de Bases sobre las Minas, que simplificaba la adjudicación de concesiones y ofrecía seguridades a los concesionarios. Se trató de una evidente liberalización del sector, ya que las concesiones eran a perpetuidad a cambio del pago de un canon. Al año siguiente se aprobó otra legislación que permitía la libre creación de sociedades, entre ellas las mineras. Estaríamos hablando, en los inicios del Sexenio Democrático, de una verdadera desamortización del subsuelo, como antes se había hecho de las tierras amortizadas. Este momento coincidió con un aumento de la demanda internacional de productos mineros. España se convirtió en exportadora de materias primas: plomo (Jaén), mercurio (Ciudad Real), cobre (Huelva) y hierro (Vizcaya). Estas exportaciones constituyeron un capítulo fundamental de la balanza comercial española, pero estaban controladas por el capitalismo extranjero, fundamentalmente, británico, belga y francés.
¿Y ahora qué? ¿Y por quién? ¿Fondos, dinero buitre?
Que poca gracia de comentario:
Lo que hace falta conocer es la rentabilidad. Es decir, saber si va a traer cuenta a medio - largo plazo, ya que para realizar las labores de extracción hace falta un gran equipo humano y maquinaria especializada, lo que conlleva un gran gasto.
Empresas de neoliberalismo salvaje, las que se quedan con todo, ¿os necesitamos?
O pasará lo mismo con la Desamortización de las tierras de la "iglesia", todas para los de siempre. Nunca para l@s que las trabajan.
Cuando en el origen remoto, muy remoto, eran del pueblo, Roma quien las concedía, el estado vamos a cambio de fidelidad, ayuda.
En el inicio del feudalismo contra la invasión bárbara o algo parecido también a cambio de ayuda. Y si el acuerdo no se cumplía. No se debían devolver ¿al pueblo?
De los pueblos germánicos, las actuales monarquías, ¿o me lo estoy inventando?
Eso sí, los súbditos felices y encantados.
Por las ramas, por las ramas, me he ido.
...
Por último, es necesario destacar que las desamortizaciones favorecieron especialmente a una clase social: la burguesía.