Lo que cuesta de digerir es la "caradura" del susodicho, la caradura de tantos y tantos que han hecho lo mismo, tantos y tantos, que se creen que todos sus privilegios son "naturales" ante las "inferiores" también por "naturaleza" -que no lo han sido nunca- lo único es que, (a pesar de que no lo consiguieron totalmente), les negaron todos los derechos.
Para cuando un manifiesto masculino de reconocimiento de la vergüenza del origen de lo que presumen y sus privilegios, para cuando pedir perdón.
Una mujer admirable que entrega todo su trabajo por amor, a pesar de que, ella, en un momento de su vida se dará cuenta que, en el fondo el "amor" es una trampa brutal que la atrapa y atrapa a muchas, creyéndose lo increíble.
Cuando hace ya mucho, mucho tiempo me encontré con María, no supe entenderla.
Aunque admito que aún ahora me cuesta.
Todas las justificaciones que se van planteando en el programa lo dejan claro.
Podía haberlo hecho a pesar del precio a pagar.
Lo siento María.