Es evidente que todo forma parte del mismo paquete. Que un profesor de vaya m de "universidad" se permita
comparar la barbarie de la matanza del toro y otras
tradimierdas machistas, es decir de fanfarrones violentos, con la ablación, la violencia y los maltratos contra las mujeres, y que además se le excuse a quién lo dice con el comentario de verbo provocador, es signo de que la gran mayoría de hombres sólo piensan con una parte de su cuerpo.
La comparación me ha parecido odiosa.
El maltrato hacía las mujeres, ejercido por los hombres en todas las culturas, dicen, es una tradición. Si hoy se combate el maltrato y la violencia contra las mujeres que siempre ha sido tradición en los hombres del mundo, es lógico que la tradición de los toros también se combata. Las mujeres del mundo lo tienen claro con estas luminarias. Animales, es lo que somos tod@s,
racionales, dicen. La capacidad de llegar a conclusiones como estas, es, parece ser, la que nos distingue del resto, pero algunos, más animales, con perdón de los animales, que otros:
Los nervios de los partidarios de la fiesta, ya exaltados tras esta intervención -David Pérez, diputado protaurino del PSC, no pudo más que tildarla de "perfecta"-, se encendieron con la intervención del filósofo Jesús Mosterín. Provocador, de verbo afilado e irónico, su intervención ofendió visiblemente a algunos diputados. "Nos escandalizamos de que en África se corte el clítoris a sus mujeres, y en otros países les escandaliza que se siga haciendo un espectáculo público de sufrimiento de los animales", blandió, y continuó con las comparaciones: "Es cierto que las corridas de toros son tradicionales. El maltrato a la mujer también es una tradición, y se está combatiendo", dijo, ante las protestas de los diputados protaurinos.