Cuando estoy en Madrid me siento francés, cuando estoy en París muy español.
Aunque apátrida me va muy bien.
El pensamiento de la experiencia, es decir, el partir de sí, se convierte en práctica política capaz de transformar el mundo, cuando un hombre o una mujer así lo quieren. Desde el partir de sí, sin mentiras, hipocresía, maldades ni violencia y actuando en todos los campos de la vida, es como entiendo mi ser mujer. A pesar de nuestras, mis, "mochilas" personales.
Cuando estoy en Madrid me siento francés, cuando estoy en París muy español.
Aunque apátrida me va muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, comentarios.