Mi caso.
Vivo en una comunidad de diez casas. Tres de ellas comparten una entrada a las casas/pasillo común.
Llevo viviendo cerca de cuarenta y cinco años en ella. Hace unos años la casa vecina se vendió y llegó una pareja con una niña pequeña y más tarde una adolescente.
Desde el primer momento han puesto en práctica, me invento yo, por los orígenes de uno de ellos, la teoría alemana del "espacio vital".
Del pasillo han hecho su "pipicacacan" particular, ya puede la comunidad hacer recordatorios de la norma: perros sueltos, no, salir de casa atado, etc. Se lo pasan, por el forro. Llevan años. y lo divertido es el perdón, perdón de cada vez. Un perdón más falso que el que se conoce.
Ahora, la niña ha crecido y el desplazamiento a la escuela, todo y que tenían a la... que la recogía y la devolvía cada día, se hacía pesado. Le han regalado un patinete.
Lo bueno es que no solo la niña a toda pastilla, sino que sus amiguetes entran a velocidad de crucero por un pasillo que es nuestro acceso a la casa.
Se les ha hecho un toque pero como el de las cacas de los perros, ni pu... caso. Así tenemos el césped de la entrada.
No hay normativa, depende del sentido común ¡jajajá! Y de lo que decida la comunidad. Lo que decida la comunidad se lo pasan por el forro, ya en su día dijeron que me iba a enterar lo que ellos harían con los acuerdos de más de cuarenta años.
Se los iban a pasar por donde les diera la gana. Y gracias a que se creen que todo el espacio es suyo, que es su espacio vital, nos vemos en una tesitura increíble. Con casi, mi marido, ochenta años, tiene que salir con miedo, ya que nunca sabes por donde pueden venir, o arrollarte.
Se inventan medios de comunicación individuales rápidos, pero no se regulan. En la calle un peligro total, lo que, un descerebrado, una descerebrada, puede hacer con su mal uso.
Si te atropellan responsabilidades civiles, pero que sea en tu propia casa, tiene guasa.
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