La falta y la necesidad de una sanidad pública universal en el país de la "democracia" y las libertades, una lacra de gran calado que las multinacionales y los lobbies buitres al acecho, no cesan de dinamitar todo lo que les moleste, es decir, obligando a los países que un dia se enorgullecían de la protección sanitaria de su población, gracias a una eme de clase política abnegada a podrir, pudrir, encarroñar, el derecho a una sanidad gratuita y de calidad como han hecho con la educación y los servicios sociales. Todo lo que sea protección sin dinero a la cloaca.
¿Cuándo empezó todo?
La gente o es caja o es nada.
USA:
La primera en 1990 (finales), supe prescripción y mal uso de los opiáceos legales para tratar el dolor.
La segunda en 2010, aumento de muertes debido a sobredosis de heroína que habían sido dependientes de los opiáceos.
En 2013 el fentanilo causa de los nuevos fallecimientos.
2015: Muertes por cocteles, 50.000
Enfin, en 2015, nous avons commencé à observer que de plus en plus de décès survenaient dans un contexte d’association de cet opioïde de synthèse et d’autres substances, essentiellement des drogues dites stimulantes, cocaïne et métamphétamine...
2023:
En 2022, les chiffres dépassent les cent dix mille morts, et sans doute cent vingt mille en 2023.
¿Cuándo empezó todo?
Por un aumento masivo de la prescripción de los opiáceos para aliviar el dolor, 1990, 2000, su apogeo en 2010. Cuando "las autoridades se dieron cuenta" ya era tarde. La población enganchada, dependiente, asida era enorme. La prohibición le dio alas a los traficantes, esos sí que buitres sin piedad, de la heroína, que ocuparon el lugar, ahora libre, de la gente con dolor. Los otros tont@s útiles dels sistema implacable del libre mercado.
Pourriez-vous nous rappeler comment cette crise a commencé ?
Par une augmentation massive de la prescription d’opioïdes pour soulager la douleur. Cette pratique a commencé à se répandre dans les années 1990 et au début des années 2000, pour atteindre son apogée dans la décennie 2010. Il y a eu une prise de conscience, les autorités sanitaires ont fait en sorte de limiter les prescriptions. Mais c’était trop tard. La population dépendante était trop importante. Les forces du marché de l’héroïne l’ont compris et la consommation s’est déplacée.
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