Ha vuelto el invierno, bienvenido, pero, tristemente, también el ruido de la casa vecina. Ayer primer dia de la puesta en marcha de la caldera de los vecinos que, en unas reformas, cambiaron un calefactor situado en una pared exterior con cámara de aire a, una pared medianera sin ningún tipo de separación, ladrillo, ladrillo. Ladrillo que además rebajaron para resituar la instalación de agua. O sea ruidos de caldera y cataratas del Niágara, a partir de ese momento.
La respuesta del consistorio es que actúe y demande a los vecinos. Ellos que dieron el permiso de obra y deberían controlar las obras y, desde el primer momento, recibieron, recogieron mi sorpresa del ruido que los cambios habían generado, antes nada de nada. pues eso se desentienden y me dicen que me apañe.
Vaya eme de espabilados que se presentan a hacer política para el "bien común".
Y la verdad una vez en mi vida con toda la ilusión y creer en "la justicia", acudí a la justicia y vaya, vaya.
La obra se puso en mi camino.
Ah! y cuando en el primer momento que se puso la caldera en marcha y empezó el ruido, avisamos al vecino, entró y dijo ; "Sí es la...que se está duchando y qué, es mi casa".
Francamente me pinchan y no me sale sangre. Mala uva mucha.
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