A las mujeres patriarcales, felicidades, muchas felicidades.
Siempre me ha costado entender la sumisión, la justificación de la violencia.
Creer que el "amor" lo puede todo, que era por la negación de derechos, de libertades, de la imposibilidad para escoger nuestras vidas debido a todas las trabas patriarcales, a la falta de derechos, de formación de independencia económica por todas las barreras, muros construidos contra nuestra libertad, a la violencia ejercida contra la libertad femenina, pero no, estaba equivocada.
Somos nosotras mismas nuestro enemigo principal.
Y ya se sabe, quien no es consciente de su realidad, no está preparada para transformarla y se convierte en la esclava del amo, sin lo cual, el amo no existiría. O sea que la subordinación, opresión, ninguneo, ser tratadas como objetos sexuales, no tener derechos sino es en el mimetismo patriarcal, nos lo hemos ganado a pulso ¿parece? ¿Sí? ¿No?
Y no hablemos de sistema democrático, porque como ya hemos constatado, le llaman democracia y no lo es. Es un sistema corrupto para perpetuar privilegios montado en un sistema de partidos que sustenta este edificio político de privilegios y corrupción,
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