Curioso como todo sigue igual en algunas mentes y en las que hacen ver que no, más...
Así, Vox no es una versión más o menos moderada del neofascismo como lo habían sido la mayoría de los partidos de extrema derecha en España, sino que es una escisión radical (y nativista) del PP por lo que se encuadraría dentro de los partidos de derecha radical populista que en Europa y en otras partes han experimentado un gran auge en las últimas décadas. Sin embargo, la politóloga Beatriz Acha considera que, aunque «como escisión del Partido Popular» no tiene «vínculos aparentes con los tradicionales núcleos de la ultraderecha franquista y/o falangista», Vox no supone una ruptura con la tradición de la ultraderecha española porque su programa presenta «ciertas similitudes con el discurso de otros partidos de ultraderecha. Así, por ejemplo, en materia social/moral el partido se posiciona contra el matrimonio homosexual y la ideología de género [y contra el derecho al aborto], y a favor de la cadena perpetua y la familia formada por el padre y la madre».
De forma pareja a la irrupción a partir de 2018 de Vox se ha señalado la introducción en España del esquema de financiación tipo súper-PAC, de origen estadounidense, con una financiación a través de donaciones a organizaciones ultraconservadoras pantalla alineadas ideológicamente con Vox como HazteOír y CitizenGo, que empleando esos recursos llevan a cabo una campaña a favor del partido de forma indirecta.
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