Antes que nada quiero manifestar que:
- estoy en contra del aborto como medida contraceptiva,
- que el aborto debe ser un último recurso en casos límite,
- que hay que educar, informar de manera seria y profunda a nuestros adolescentes,
- que hay que facilitar los medios necesarios a las adolescentes que acuden a las consultas en petición de ayuda, y informar de sus contraindicaciones,
- que creo y lo creo firmemente, que una relación sexual no puede tener, si no es querido y deseado, como resultado una hija o un hijo.
- que los humanos tropezamos no una sin muchas veces en la misma piedra y eso, hay que admitirlo, parece ser inevitable.
Por todo esto no puedo dejar de manifestar mi sorpresa, desagradable, ante todo lo que esta sucediendo en nuestro país, a nivel institucional y legal. El gobierno dice que la ley esta bien como está o si no lo está no es el momento de nada(elecciones), clínicas denunciadas (por quién?), mujeres llamadas a declarar delante de un juez por haber abortado, amenazas, etc. No me lo puedo creer.
Una de las reclamaciones que las mujeres planteamos en la calle en los años 80 fue el derecho a abortar y en condiciones dignas. Delante un embarazo no deseado se daban dos situaciones:
- La todas aquellas mujeres que en una situación de embarazo no deseado y con dinero podían viajar a Londres, Holanda, Francia y abortar con seguridad y sin problemas.
- por otra la de las mujeres sin recursos económicos que se veían obligadas a llevar adelante un embarazo no deseado o a abortar en unas condiciones, en muchas ocasiones, de riesgo para su vida.
Era la que se llamaba hipocresía social, el dinero lo solucionaba todo. Situación, a todas luces, injusta.
La realidad era evidente, las mujeres abortábamos, era y es una realidad, pero, las instituciones cerraban los ojos por miedo a los poderes fácticos, por afán de poder, por eso una mala ley para solucionar con dignidad una situación difícil.
Ahora por aquello de, "lo que mal empieza mal acaba", seguimos en la misma situación de indefensión. Ya veremos como acaban las citaciones ante la justicia, de todas las mujeres que tuvieron que verse en esta triste tesitura -justo en este momento- de sus vidas. Espero sensatez, aunque cuando se trata de mujeres, en todos los campos, debemos ponernos a temblar si esperamos justicia.
En un momento determinado muchas mujeres nos echamos a la calle con un lema a favor de las mujeres que habían sufrido esta experiencia traumática, manifestando que todas, algún momento de nuestras vidas, podríamos encontrarnos en esta tesitura y queríamos decidir, sin añadir más dolor y sufrimiento, sobre nuestro cuerpo y nuestras vidas.
Yo ya me he echado otra vez a la calle reivindicando este mismo derecho. Por una ley de plazos en que las mujeres decidan en libertad.
La maternidad es una de las experiencias más hermosas en la vida de las mujeres, cuando es querida y deseada, nunca cuando es impuesta como resultado de una relación sexual o por imposiciones de morales ajenas.
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