Un sueño cumplido o como cambia "la cultura"

Una amiga/vecina de más de 25 años se compró el año pasado un apartamento en el valle de Benasque, pirineo aragonés, y me había estado invitando durante todo este tiempo. Esta semana, por fin, pude viajar a conocerlo y pasar unos días en unos parajes, (todo el Pirineo, desde el Atlántico hasta el Mediterráneo), que te dejan impresionada por su belleza. El valle cerrado y de acceso difícil por la geografía, durante mucho tiempo había permanecido "aislado" con un régimen socioeconómico autárquico y con la costumbre/tradición (los expertos dicen que para no dividir la propiedad y permitir a las familias su supervivencia y proyección generacional) del heredero (l'hereu). Las condiciones de dureza y precariedad, a partir de la mitad del siglo pasado se han ido transformando, primero a la necesidad de electricidad debido a la "modernización" del país en esta época; más tarde a los deportes de la nieve; después a todos los deportes de alta montaña, que se han desarrollado con el "boom" del turismo. En esta última década, a la construcción, en todo el Pirineo se ha construido con la misma fiebre que en el resto de España, también, se ha restaurado, todo hay que decirlo, las ruinas en las que se habían convertido las casas de muchas familias por abandono son ahora viviendas de lujo. Burgueses de Barcelona han restaurado las ruinas de las viviendas ubicadas en zonas de un valor paisajístico impresionante, los menos burgueses comprando apartamentitos o alquilándolos en invierno y verano. Bueno a lo que iba, mi amiga debido a la herencia de un familiar soltero, ha podido ver cumplido un sueño, sueño que me había estado contando durante todo este tiempo: "Me encantaría poder comprarme alguna cosita cerca de mi casa..." de la casa que fue expulsada por este sistema de heredero único. Ella junto con sus herman@s se vio obligada a buscarse la vida, después, eso sí, la casa era fuerte, de haber recibido la posibilidad de estudiar. Mientras los padres vivían podían acudir en las fechas señaladas a la vivienda, a pesar de que quedaba muy claro que nada era de ell@s, una vez muertos se convirtieron en parias de sus orígenes. La felicidad que embarga a mi amiga, yo que durante todos estos años la he oído suspirar por un trozito de tierra, me hace feliz. El hermano se quedó con todo, las tierras inmensas, la casa, las joyas, etc. Ahora con la expansión de la construcción los habitantes del lugar han vendido terrenos "praus" para la construcción. Ahora además la embotelladora de agua de la zona le ha ofrecido un montón de millones (de pesetas) por la venta de un trozo de tierra donde hay un acuífero. Ahora con la expansión de la construcción los habitantes del lugar han vendido "praus" para la construcción de viviendas. Debido a lo evidente de la injusticia, algunos "hereus" han dado trozitos de tierra a sus hermanos/as, repito, este no es el caso. Sin embargo lo que si está ocurriendo es que la apertura de la economía de la zona a una economía más "global" ha hecho que los hereus con diferentes hij@s lógicamente, ahora reparten la herencia entre tod@s los descendientes. Los hermanos del "hereu", que sí repartieron la herencia del pariente lejano con el "hereu" sienten como una amargura por la injusticia de un sistema que los especialistas han denominado "la servidumbre del heredero", menos que un perro -exclamaba alguien-si este se convierte en un egoísta, ve a los hermanos como enemigos que le pueden reclamar parte de la herencia. Todo era de todos pero sólo se lo quedó uno. No dudo que habrá habido hereus conscientes de la injusticia y la habrán reparado en la medida de sus posibilidades, pero hay que ver como costumbres arraigadas e intocables por una situación socioeconómica ya superada se ven desmanteladas y desacreditadas por la injusticia que conllevan.