Una hora larga y sigo esperando.
Ayer me entregan la nevera. El transportista me pregunta, quiere que se la desembale y así ocupa menos sitio. Como quiera.
¿Dónde va? Aquí. Sustituye esta. Abre la puerta el señor y dice. Oiga, esta nevera que le traigo es pequeña. Pero, ¡qué me dice si la otra semana me trajeron una que era más grande! ¡Y se la tuvieron que llevar!
¡Ay! Por favor. No entiendo nada.
¿Qué pasa en el Corte Inglés que todo es un descalabro?
La respuesta me la quedo.
Pero lo peor está por llegar.
Llega el instalador, empieza a mirar. Tiene un papelito con las medidas y al poco dice, esta nevera no se puede instalar. El corte de puerta no es el correcto. Si lo monto va a quedar una chapuza.
Pepe Gotera y Otilio chapuzas a domicilio
Bueno, francamente, mejor me callo, por qué la cantidad de adjetivos calificativos que me salen, entiendo que no a todo el mundo le van a parecer correctos.
A tres días de que me llegue la familia, ni nevera, ni comestibles, ni nada de nada.
Solo una desesperación, un mal cuerpo y una subida de presión que asusta.
¡Ah! Y una impotencia total.
Estaba convencida de que al final todo se arreglaría, qué equivocada estaba.
Llamo al 900373900 para presentar mi queja y está colapsado
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