Reflexionando sobre una realidad difícilmente reversible desde nuestro modelo económico, social y político, difícil, difícil. Una economía de la opresión, explotación, insolidaridad, corrupción poco va a hacer por una vida mejor de hombres y mujeres en el mundo.
Es más, cuando las mujeres llegan al poder, de la mano de partidos políticos dominantemente masculinos, machistas y prepotentes, agachan la cabeza con la excusa de que mejor estar(en descomposición y bolsillos llenos) que no estar y reproducen el mismo modelo en todo o casi todo.
¿Dónde el feminismo como camino de hombres y mujeres hacia una sociedad de respeto, dignidad e igualdad real, no retórica, no teórica.¿ O de no dejar que nos traten como felpudos? ¿Dónde?
Christine de Pizan, en su Ciudad de las Damas, lo tenía mucho más claro que muchas mujeres de hoy, sin trabajo e independencia económica, nada ha lugar.
Divide y vencerás.
Sexo, género, heterosexualidad, queer, nacer en un cuerpo sexuado en femenino, construirnos como mujeres en libertad, el gran reto en un mundo que nos lo ha negado siempre.
Casarse y quedarse en casa, enamorada o no, parece, sigue siendo lo más valorado por muchas mujeres, pero también, no nos engañemos, el resultado de la perversión del sistema. Sistema que te hace creer en algo "idealizado" para que así no vayas más allá, y, te des cuenta, de que no hay trabajo digno para todas y todos y lo mejor(para el sistema) es que las todas sigan haciendo lo que han estado haciendo ancestralmente, fortalecer el sistema represor, reproduciendo mano de obra barata y no competir en el mercado de trabajo o lumpen proletariado.
Perverso el patriarcado perpetuado de la mano del capitalismo, siempre se lo monta a su interés.
La unión perfecta. Adobada por las diferentes religiones, obviamente, todas patriarcales y castradoras de la libertad femenina. Castración muy bien asumida por muchas.
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