La política es la ceniza de la dignidad.
Algunas políticas menos.
Demasiados privilegios, enrocados a puerta cerrada, durante el bipartidismo y, evidente y tristemente, a la buena vida y los bolsillos llenos, ¿Quién se resiste?
El pensamiento de la experiencia, es decir, el partir de sí, se convierte en práctica política capaz de transformar el mundo, cuando un hombre o una mujer así lo quieren. Desde el partir de sí, sin mentiras, hipocresía, maldades ni violencia y actuando en todos los campos de la vida, es como entiendo mi ser mujer. A pesar de nuestras, mis, "mochilas" personales.
La política es la ceniza de la dignidad.
Algunas políticas menos.
Demasiados privilegios, enrocados a puerta cerrada, durante el bipartidismo y, evidente y tristemente, a la buena vida y los bolsillos llenos, ¿Quién se resiste?
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