
A poca experiencia de aula que tengas, te das cuenta que las capacidades masculina o femenina para las ciencias está repartida de forma totlamente aleatoria por la naturaleza, escribía acerca de ello en mi comentario del día 20 de febrero "Niños, niñas" sobre el tema desde mi esperiencia como docente. Otra cosa es como se construye culturalmente lo femenino y lo masculino en cualquier sociedad del planeta. Mujeres sin posibilidad de acudir a la escuela, mujeres relegadas a un mundo no gris sino negro, mujeres violentadas, violadas, destrozadas en las sociedades en las que no se reconoce a las mujeres como iguales. En las sociedades occidentales, es lo mismo pero más sofisticado, muchas jóvenes han de apartar con fuerza los estereotipos del genero construido culturalmente, niña, rosa(mujer sexo, cuerpo, objeto); niño, azul(valiente, fuerte, no lloran), y a partir de ahí todo lo que se le va incorporando con la ayuda inestimable de unos papá y mamá, que sin darse cuenta están repitiendo una tradición ancestral, niñas muñecas; niños todo tipo de juguetes, que se va conformando en la realidad de los niñ@s. La igualdad rompe forzadamente estos estereotipos, mujeres en la guerra, hombres pacifistas, pero somos el resultado de un añadido cultural. Porque como sabemos al nacer el sexo masculino o femenino no viene con un manual de instrucciones para ser eso o aquello. Lo que somos es el resultado de un inculcado, segundo tras segundo, minuto tras minuto, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, y como nuestra cultura es una amalgama de aquello que nos gustaría y aquello que odiamos así nos construimos, todo contradicciones. El artículo plantea de que manera los condicionantes culturales que no tienen un base real, nuestro subconsciente los asume y asimila creando realidades contingentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, comentarios.