Siempre me ha sentado mal, muy mal, podría ser más contundente y decir que he odiado las ocasiones en las que me he encontrado en una situación parecida. Acabar haciendo comentarios, bromas y risitas en grupos, supuestamente de conciencia, ante un joven, hombre, que fuese atractivo, ja, ja, ja, frase lapidaria, risitas histéricas: menuda perita en dulce, a quien le amarga un dulce... Y se pone en marcha todo el imaginario erótico masculino sobre las mujeres, (menudo polvo, está mal follada, mira qué cara de satisfacción, la han follado...) ahora, en boca de las mujeres. Quien me iba a decir que las mujeres que empezaron el largo camino hacia la recuperación de su dignidad y libertad, acabarían reproduciendo modelos de comportamiento que siempre nos habían humillado, despreciado, violado, matado. Guerra entre sexos.
Eso es patético y deprimente.
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