
Hace tiempo que me deshice de la obligación social de hacer ver que era creyente, querer casarme civilmente en dictadura(a finales) me obligó a apostatar, ya que, por nada del mundo, me hubiera puesto un vestido semejante, ni me hubiese prestado a una ceremonia semejante. Por eso no entiendo como aún, a la gente, que no tiene intereses económicos y una posición social que quiera defender a ultranza, oprimiendo al resto, pueda hacer caso o sentirse obligada por las opiniones totalmente desfasadas de una institución que surgió para servir a la gente, no para oprimirla y reprimirla. La Iglesia debe dejar libertad total a la gente, es la conciencia de las personas las que deben guiarlas en sus actuaciones. Pero claro, la humanidad, hombres y mujeres somos complicados, retorcidos, y a veces con una vena de violencia que pasa por no respetar la vida de otros hombres y mujeres, y matar lo hacemos con una facilidad acongojante, y pienso, es en este lado oscuro de la humanidad, que tendría algún sentido, quisiera incidir la iglesia católica. En desplegar campañas y movimientos pacíficos para concienciar a aquell@s a los que cuesta respetar al otr@. Hoy en día es el único objetivo digno, así como el de ayudar a erradicar la pobreza en el mundo con la riqueza que han ido acumulando a lo largo de los siglos a base de amenazar con las penas de no se que lugar ficticio para que les legasen sus fortunas. Todo lo demás les lleva al descrédito y al esperpento.
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