Futbol, el gran enigma

Los hooligans siguen a sus equipos haya donde vayan, si ganan, se crecen, se sienten importantes, sino, insultan a los jugadores, los desprecian. La mayoría.
 No importa la crisis, la corrupción, los desahucios, la miseria en que la clase política incompetente y mala gente nos esta sepultando, todo se olvida, por un momento olvidamos nuestra realidad. Se funden con los jugadores y se sienten dioses con ellos.
Curiosamente, en el Madrid, pocos poquitos del país, todos extranjeros por los que se ha pagado millones de €.
Que negocio detrás del fútbol y la mayoría de los aficionados, trabajo precario, paro, nuestro dinero, o vete tu a saber, en el peor, los violentos racistas, descerebrados, degenerados.
Una hora y poco más, les hace creer que son ellos los que corren tras la pelota, los que la lanzan y hacen el glorioso gol, los héroes.
Tristeza, no luchamos por nuestros derechos o nuestra dignidad y nos liamos a garrotazos con los seguidores del equipo rival, son los culpables de todo...de todo. Cosa!
¿Animales racionales?