El pensamiento de la experiencia, es decir, el partir de sí, se convierte en práctica política capaz de transformar el mundo, cuando un hombre o una mujer así lo quieren. Desde el partir de sí, sin mentiras, hipocresía, maldades ni violencia y actuando en todos los campos de la vida, es como entiendo mi ser mujer. A pesar de nuestras, mis, "mochilas" personales.
Acabará la gente trabajadora, honesta y digna con tod@s est@s "poderos@s" que no hacen más que echar leña al fuego de la discordia y el enfrentamiento?
Las mujeres, que en todas las guerras han pagado con el fruto y la violación de su cuerpo... en todas, todas, todas las guerras, ¿pueden o quieren decir algo, decir no a la guerra y que se las haga caso?
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