Nissan, empresa, beneficios, 'procés', política, Catalunya.

Durante más de treinta años he estado "intimamente" ligada a la empresa Nissan. Aunque la relación ya había empezado mucho antes, cuando aparecieron, durante la huelga de 1976, los trabajadores de Motor Ibérica en la Universidad de Barcelona en busca de solidaridad con su huelga y su caja de resistencia, con la que contribuí, simbólica y orgullosamente.

Mi recuerdo a los trabajadores despedidos, algunos nunca más levantaron la cabeza, y a la lucha de las mujeres por la readmisión.

A lo largo de todo este tiempo, en mi memoria histórica, cuantas miserias acumuladas.
De (jefe)s de personal rastrero(s), corrupto(s),que abusaba(n) de su poder para coaccionar, amenazar, chantajear, hacer méritos y poder meter mano sin problemas, el más valorado/los valorados; directivos a los que, en su lucha por mantenerse o consolidar su poder, la incompetencia de sus colaboradores, no importaba tanto, sí su fidelidad, apoyo, que lo mantuviera en el cargo; comentarios sobre la condición lanar de la clase trabajadora de algún muy radical sindicalista; la capo de ciu, sus formas, y los 4x4; purgasjubilaciones de oro; tantas y tantas pequeñas historias ligadas a una multinacional y la gestión de esta en todos los niveles.

Suerte a todos y todas trabajador@s responsables y honest@s, el futuro laboral de la clase trabajadora en el mundo, una incógnita.

Ya en 2012 Marruecos y sus salarios bajos estaban presente para competir sin rubor.(fuente el Pais)

El grupo Renault-Nissan inauguró en 2012 en Tánger una fábrica con una capacidad de producción de 400.000 vehículos. Y el pasado junio fue PSA, la alianza francesa Peugeot-Citroën, la que ponía en marcha en la ciudad de Kenitra, a media hora en coche desde Rabat, otra planta con capacidad para producir 200.000 vehículos a partir del año próximo. En apenas 10 años, y gracias a la implantación de zonas francas cerca de sus zonas portuarias, Marruecos ha logrado situarse junto a Sudáfrica en el liderazgo continental de la construcción de coches.

Curiosa la idealización de la empresa privada, como si fuese la panacea y la perfección materializada. El liberalismo, neoliberalismo, ultraliberalismo, no engaña, aunque lo pretenda.