Okupas, mafias y un@s que dicen que la ley no necesita ningún cambio y otr@s lo fácil que seria acabar con las ocupaciones ilegales con una pequeña reforma.

 ¿Las leyes están para mejorar la convivencia o empeorarla? A veces la duda nos asalta. Ya hemos aprendido que es un artificio y poco importa la verdad o la justicia.

Hace unos días leía en la prensa que una alta carga del estado decía que no era necesario reformar la ley, ya era efectiva, con el apoyo de otras voces expertas, a pesar de, parece, las mafias que se dedican a ocupar pisos y "revenderlos en alquiler" estén en auge y el desamparo de la propiedad también. 

Y un@s okupas más letrados que los letrados.

A veces da la sensación que las leyes en vez de ayudar a la convivencia la azuzan.

Estas mafias superbien organizadas, unos okupas que conocen perfectamente los vacíos de la ley, unos propietarios a los que su escritura de propiedad no les sirve de nada a no ser después de pasado un calvario, ¿no importan?

Otra cosa son los desahucios, los fondos buitres a los que nuestra queridísima clase política ha vendido, regalado vivienda pública (y la justicia revocando sentencias), otra cosa son. Ante casos de necesidad económica demostrada por pérdida de trabajo o causas justificadas, la administración ha de ofrecer soluciones recuperar bienes inmuebles inmatriculados  y ponerlos al servicio de la gente sin vivienda, por ejemplo. 

Mafias de todo tipo no pueden fructificar y enrocarse aún más, si lo hacen muestran la incompetencia de la clase política sin alma, solo con bolsillo. 

La mafia okupa no puede convertirse y consolidarse como la han hecho la mafia de las pateras y otras. 

Dinero, siempre el ansia de dinero en esta sociedad donde reina la impudicia de todo tipo.

La ambición de los propietarios de apartamentos turísticos, la legislación neoliberal del ladrillo y el turismo como ejemplo de economi I+D, de fracaso de país y ciudadania fallida.